El deseo de conciliar las actividades humanas con el entorno natural impulsó la creación de una iniciativa de incubación para ayudar a las mujeres y los jóvenes a generar y ampliar las adaptaciones al CCV basadas en el cuidado de los ecosistemas. Las mujeres y los jóvenes han participado activamente en proyectos medioambientales en Salgar durante varios años, pero han carecido de los medios necesarios para aumentar su impacto. La incubadora, que convocó a 47 participantes, fue dirigida por una mujer local que tiene varios años de experiencia como líder de proyectos medioambientales. La incubadora consistió en cuatro talleres de formación sobre fertilización orgánica y recuperación de suelos, sistemas agrícolas sostenibles, restauración de fuentes de agua y vías fluviales, y setos. También se proporcionó apoyo financiero y logístico a cuatro iniciativas dirigidas por diferentes líderes comunitarios: viveros para polinizadores, embellecimiento de los espacios verdes de la escuela local, un mercado agrícola virtual y un folleto sobre reciclaje titulado “Ecohéroes que salvan el planeta con botellas de amor”. La incubadora también organizó varias actividades de creación de redes con organizaciones y empresas locales. Esta iniciativa local demuestra que ofrecer un espacio para la formación, la financiación y la creación de redes puede generar ideas innovadoras, fomentar nuevas asociaciones y potenciar la capacidad de la comunidad para actuar y aplicar cambios positivos en entornos informales.
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